Abrió sus puertas el 13 de noviembre de 1993, en honor del empresario relojero don Alberto Olvera. Exhibe una serie de objetos medidores del tiempo (originales y réplicas), que dan cuenta de la historia y evolución del reloj en la humanidad.
Entre las piezas mencionadas destacan dispositivos utilizados 2000 años antes de Cristo, relojes de fuego (velas graduadas, 1200 d.C.), relojes de aceite y numerosos testimonios de la relojería contemporánea.